Introducción.
Una de las verdades más ciertas que encontramos en la palabra de Dios es la de nuestra fragilidad ante los sufrimientos y las pruebas, estamos muy expuestos en el diario vivir a situaciones que a veces quiebran el curso natural de nuestra vida, y nos hacen perder la calma.
Pedro en su primera carta nos dice: “Amados, no os sorprendáis del fuego de la prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciera” (1 Pedro 4.12).
El cristiano es probado, y muchas veces sufre, y hoy veremos un ejemplo de sufrimiento y prueba, pero a la vez de integridad, paciencia y fidelidad a Dios. Hoy hablaremos del siervo Job, vayamos a Job 1-2.
I. ¿QUIÉN ERA JOB? – JOB 1.1-5.
Job era un hombre del país de Uz – esta región se encontraba fuera del territorio de Israel, probablemente al este de Palestina y al norte de Edom (Lamentaciones 4.21).
Job “era un hombre perfecto, recto, temeroso de Dios y apartado del mal” (Job 1.1). Han sido muy pocos los hombres que han alcanzado este testimonio delante de Dios, Job no era un hombre cualquiera.
EL ERA PERFECTO – no era un hombre sin mancha o pecado, ya que todos hemos pecado (Romanos 5.12), en este caso la perfección se dice en otro aspecto, esta se refiere a la madurez espiritual, al crecimiento que Job poseía. Era un hombre completo, integro, alguien que sabia lo que hacia, un hombre que discernía la justo de lo injusto, en fin de cuentas un hombre fiel a Dios.
ERA…RECTO – era un hombre integro y de un solo pensamiento, era incapaz de desviarse o moverse de su camino. Él era un hombre justo, caminaba por la vida siempre buscando hacerlo lo que es correcto delante de los ojos de Dios, era un hombre irreprensible.
ERA…TEMEROSO DE DIOS – tenia un respeto absoluto a Dios, reconocía quien era el creador de su vida y se sometía a la voluntad de Dios. Era un hombre que temía, que entendía que delante de los ojos de Dios su vida era como nada y por lo mismo reverenciaba a Dios, porque Dios en cualquier momento le podría quitar la vida.
ERA…APARTADO DEL MAL – era un hombre santo, consagrado a servicio de Dios, no se contaminaba con el mundo, hacia la diferencia entre lo que era de Dios y lo demás. Sabia que la esencia de la espiritualidad se basada en apartarnos de lo que nos contaminara, así él se apartaba del pecado, se apartaba de cualquier cosa que pudiera romper su relación con Dios.
Él también era un hombre bendecido por Dios con hijos e hijas y con bienes materiales, y además era un hombre respetado y apreciado en toda la tierra donde vivía. Era un hombre prospero que conocía la felicidad de la mano de Dios, su vida estaba llena de bendiciones.
II. LAS PRUEBAS DE JOB - JOB 1.6-19; 2.1-8.
A) LA PRIMERA PRUEBA.
Pero un día, Satanás llego a la presencia de Dios después de rondar la tierra y Dios le habla de las bondades de Job y Satanás replica juzgando los motivos de la fidelidad de Job: “¿Acaso teme Job a Dios de balde?” (Job 1.9-10). Y Dios da permiso a Satanás para probar la fe de Job “Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que posee, y veras si no blasfema contra ti en tu propia presencia” (Job 1.11). Y Dios le permitió a Satanás probar a Job para ver su fidelidad. Piense esto hermano, tarde o temprano usted sera PROBADO(A) y tendrá que prepararse. Y ¿Qué le paso a Job?
“Y un día aconteció que sus hijos e hijas comían y bebían vino en casa de su hermano el primogénito, y vino un mensajero a Job, y le dijo: Estaban arando los bueyes, y las asnas paciendo cerca de ellos, y acometieron los sabeos y los tomaron, y mataron a los criados a filo de espada; solamente escapé yo para darte la noticia. Aún estaba éste hablando, cuando vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y a los pastores, y los consumió; solamente escapé yo para darte la noticia. Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos hicieron tres escuadrones, y arremetieron contra los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada; y solamente escapé yo para darte la noticia. Entre tanto que éste hablaba, vino otro que dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito; y un gran viento vino del lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron; y solamente escapé yo para darte la noticia” (Job 1.13-19). Y todo lo que tenia Job desde sus hijos e hijas hasta sus bienes materiales cayeron bajo la prueba de Satanás. Job perdió todo lo que poseía, cuatro catástrofes dirigidas por Satanás se lo quitaron todo. La aflicción comenzaba a llegar a su vida, imaginémonos como debió sentirse este siervo fiel.
B) LA SEGUNDA PRUEBA.
Otro día nuevamente Satanás llega hasta la presencia de Dios después de rondar la tierra y nuevamente Dios elogia la integridad de Job a pesar de haber perdido todo, pero nuevamente también Satanás juzga los motivos y las intenciones de Job para servir a Dios y dice: “Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida. Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia” (Job 2.4-5). Y Satanás no se quedo tranquilo hermano, piense bien esto, con nosotros también lo hará así, porque si soportamos las pruebas querrá más, entonces debemos prepararnos.
Y Ahora Satanás ataca al mismo Job mandándole una llaga maligna desde la cabeza hasta los pies, y su ardor era tal que se sentaba en ceniza y se rascaba la piel con un trozo de tiesto, “Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza. Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en medio de ceniza” (Job 2.7-8). Y además de eso su mujer al ver la condición deplorable de su esposo le dice: “Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete” (Job 2.9).
Al considerar estas dos pruebas, surge una pregunta ¿PORQUE DIOS PERMITIO QUE JOB FUERA PROBADO? ¿PORQUE DIOS QUE ES AMOR, PERMITIO QUE SU SIERVO SUFRIERA? En el caso de Job, Dios sabía y confiaba que Job podía superar la prueba, él conocía a Job. Él sabia que su siervo no lo destruiría la prueba, sino que lo haría una mejor persona.
III. LA ACTITUD DE JOB FRENTE A LAS PRUEBAS – JOB 1.20-22; 2.9-10.
Pero, ¿Con que actitud enfrentaríamos nosotros estas pruebas? Seamos sinceros, ¿ADORARIAMOS A DIOS O LE RECRIMINARIAMOS A DIOS LLENANDOLOS DE PORQUES?
Yo particularmente creo, que todos diríamos la primera opción, pero si en realidad esto nos ocurriera la verdad es que escogeríamos la segunda opción. Pero ¿QUÉ HIZO EL BUEN SIERVO JOB?
A) LA PRIMERA PRUEBA.
A pesar de todo lo acontecido a sus hijos y sus bienes materiales, a pesar de quedar en la ruina económica y familiar, Job lleno de pena – y entendemos esto porque “rasgo su manto y se rasuro su cabeza”, ya que esto era una señal de una angustia intensa en esos tiempos – se postra en tierra lleno de convicción y adora a Dios y le dice: “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno” (Job 1.21-22).
Nos damos cuenta hermanos, la fidelidad de este hombre, aun cuando la oscuridad estaba en su vida, aun cuando todo esta en ruinas, nunca se aparto de Dios y es más, no protesto ni culpo a Dios de su calamidad.
B) LA SEGUNDA PRUEBA.
Y después de perder a sus hijos y sus pertenencias, siendo atacado nuevamente por Satanás con una llaga maligna, aparece su esposa que pretende hacerlo ceder y le dice: “Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete” (Job 2.9). Pero a pesar de todo, Job se mantuvo en su integridad, nada le quito la visión de las cosas: “Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios” (Job 2.10).
Job era un hombre temeroso y sujeto a la voluntad de Dios; Él no replico ni protesto, siempre entendió que Dios esta al mando y él sabe lo que hace. Job sabia que la prueba trae bendición y que si Dios permitió que él sea probado tendría un propósito, “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna” (Santiago 1.2-4). Job soporto la aflicción y fue victorioso aun sobre las pruebas en su vida
IV. EL FIN DE LA PRUEBA – JOB 42.10-17.
Y el resultado de todo esto es que Job se fortaleció, es muy cierto que paso por un periodo de duda y aflicción muy grande, también decayó espiritualmente, pero al final logro entender en esencia el propósito de Dios y al ver Dios el arrepentimiento de Job y la sinceridad de su corazón “Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job” (Job 42.10).
Dios bendijo a Job, lo consoló y lo sostuvo siempre, aun cuando la prueba estaba sobre él, y al final Dios le devolvió todo lo que antes poseía duplicado, “Y bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero; porque tuvo catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas, y tuvo siete hijos y tres hijas. Llamó el nombre de la primera, Jemima, el de la segunda, Cesia, y el de la tercera, Keren-hapuc. Y no había mujeres tan hermosas como las hijas de Job en toda la tierra; y les dio su padre herencia entre sus hermanos. Después de esto vivió Job ciento cuarenta años, y vio a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación. Y murió Job viejo y lleno de días” (Job 42.12-17).
También Dios le dio una larga vida para que pudiera disfrutar de todo lo que él – Dios – le había dado. Nos damos cuenta hermanos, Job se mantuvo en su integridad y rectitud y al final del sufrimiento Dios le devuelve todo lo que había perdido él y le añade aun más.
Nadie puede evitar ser probado, pero Job nos ha enseñado a como soportar y enfrentar las pruebas y al final como le paso a él, la bendición es segura si somos pacientes y fieles hasta el final.
CONCLUSIÓN.
Job es un ejemplo para nuestras vidas de paciencia y fidelidad a Dios. Él se mantuvo fiel, incólume en sus convicciones a pesar de todo lo que le sucedió en su vida – que gran lección mis hermanos hemos aprendido.
Jon entendió que cuanto más sufrimos y somos probados más necesitamos de Dios y de su fuerza, y él fue bendecido y el Señor le devolvió la felicidad – Santiago 5.11 nos dice: “He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo”.
Ahora tenemos un desafió, todos entendemos que tarde o temprano seremos probados, pero ¿CON QUÉ ACTITUD ENFRENTAREMOS LA PRUEBA?
Espero que lo hagamos como Job y encontremos en esta palabra la ayuda para enfrentar nuestros problemas y pruebas, y como dice Santiago 4.7 “Someteos, pues, a Dios; Resistid al diablo y huirá de vosotros”.
Job entendió esto y fue vencedor, y nosotros ¿QUÉ HAREMOS CON NUESTRAS PRUEBAS DESDE AHORA EN ADELANTE? ¡ESE ES EL DESAFIO!
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